El vino tinto, siempre y cuando se consuma con moderación, puede representar muchos beneficios para la salud. Aquí listamos algunas de sus bondades.
Es antioxidante: esto se debe a los lavonoides que contiene la piel de la uva tinta. Los antioxidantes son capaces de neutralizar las toxinas o radicales libres, culpables del envejecimiento celular prematuro y que puede ser el origen de la aparición de enfermedades importantes.
Es antiinflamatorio: esto se debe al resveratrol, responsable de las cualidades antiinflamatorias del vino tinto. La importancia de esta propiedad radica en que según estudios científicos la inflamación juega juega un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades de tipo cardiovasculares, autoinmunes e incluso algunos tipos de cáncer.
Ayuda al corazón: esto se debe a sus propiedades antioxidantes y al aumento de los niveles del colesterol bueno. Esto protege a las arterias de la acumulación de colesterol malo y así previene