Por Luis Estrella
MI OPINIÓN- Cada quien tiene una interpretación diferente sobre las razones que provocaron la derrota electoral del PLD el 5 de julio, lo cual es perfectamente normal y ajustado a la realidad. Desde un principio tengo una opinión al respeto, aunque por un asunto de prudencia dejé que pasara el tiempo, que los aguas volvieran a su nivel, que el panorama se despejara, para expresar mi consideración sobre el tema.
Cuando militaba en la izquierda revolucionaria era obligatorio tener de cabecera algunos libros, como el: Que hacer? y un paso hacia adelante y dos hacia atrás de Lennin, la Nueva Democracia de Mao Zedong; los 10 días que estremecieron el mundo de John Reed; principios elementales de sociología de Marta Harnecker; el origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de Engels y sobre todo las 4 tesis filosóficas del camarada Mao.
Desde mi punto de vista la obra de la cual saque mayores provechos fue precisamente de la 4 tesis filosóficas, ya que es un libro que te lleva a entender cuando una contradicción es principal y cuando es secundaria. Entiendes a diferenciar la esencia de las contradicciones que se dan en todas las cosas, contradicciones que son el motor que ponen en movimiento todo lo que tiene vida.
Aprendí a diferenciar los tipos de contradicciones, ya que ese es una de las razones que provocan que se incurra en cometer errores innecesarios y muchas veces devastadores, principalmente en la vida política. Esto ocurre cuando confundes quien es tu adversario circunstancial, coyuntural, con el adversario principal, con el enemigo real, haciendo que te sientas más perdido que el hijo de Lindbertgh, provocando que a partir de ahí todas las decisiones que tomes surjan de una premisa falsa.
El ejemplo más contundente sobre esta situación, ocurrió en el 1986, cuando Jorge Blanco, prefirió a Balaguer que a su compañero de partido Jacobo Majluta, dando un claro testimonio de que por un asunto de ego, prefirió inclinarse hacia el enemigo real, que ante un adversario coyuntural, momentáneo y circunstancial. Las consecuencias de este error histórico todos las conocemos, una tenaz persecusiòn política, que terminó con el sometimiento y encarcelamiento del ex presidente Jorge Blanco.
Ese error fruto de una acción hija de la egolatría, de alguien que alteró la ley de las contradicciones, implicó que el PRD durara 30 años fuera del poder, con un intervalo de 4 años, del 2000 al 2004. Jorge Blanco nunca entendió que Majluta era un dirigente de su partido, un compañero de toda la vida y que esas contradicciones eran fruto de interpretaciones particulares, no ideológicas ni políticas. La militancia de su partido tuvo que pagar las consecuencias de la falta de visón de sus líderes de no poder resolver sus diferencias a través del diálogo y el consenso.
El PLD llegó al poder en el 1996 por el apoyo de Joaquín Balaguer, eso no es un secreto para nadie, poder que perdió a los 4 años, por no contar con una estructura propia, lo cual quedó evidenciado con los resultados electorales del 2000. Balaguer fue candidato y sacó la misma cantidad de votos que sacó Danilo Medina como candidato del PLD, entre los dos sacaron un 50%. De esa experiencia el PLD aprendió mucho, quizás demasiado, ya que a los 4 años retomó el poder, unificado y con una maquinaria electoral que lo mantendría en el poder hasta el 2020.
La maquilaría electorar peledeista se convirtió en una estructura invensible, aunque podemos decir que la clave para todas esas victorias fue su capacidad para sortear las diferencias, manteniendo la unidad por encima
de todo. Aunque en el 2004, 2006, 2008 y 2010, los triunfos fueron olgados y contundentes, en el 2012, el PRD con Hipólito Mejía como candidato se proyectaba como un ganador seguro, con números muy superiores, faltando poco tiempo para el certamen electoral.
Que revirtió los resultados electorales en el 2012?, indiscutiblemente el trabajo incansable del candidato Danilo Medina, unido al apoyo militante y total del Presidente Leonel Fernández. Esa unidad Partido-Gobierno, fue demasiado para el PRD, que no pudo resistir los diversos frentes de ataque de una maquinaria electoral sólida y aguerrida.
En el 2016 a pesar de las diferencias internas entre los dos lideres, primò la unidad, el consenso, el partido se unificó y Danilo ganó de manera amplia las elecciones. Otro ejemplo de lo invendible de la maquinaria electoral peledeista cuando marcha unida por un objetivo.
Soy de opinión que si el PLD hubiera participado unido en las elecciones del 2020, también hubiera ganado las elecciones, quizás no como en el 2016, pero con toda seguridad hubiera sobrepasado el umbral del 50%. Mi intención no es responsabilizar a nadie por la derrota, pero si dejar establecida mi humilde opinión, de que la separación de los dos lideres fue determinante para cosechar esos resultados.
Siendo objetivos el panorama luce favorable para el PRM electoralmente para el 2024, ya que esa organización seguirá cosechando los frutos de la división, ahora representada en dos fuerzas PLD-FUPU.
Creo firmemente en la reunificación de la familia para poder retomar el poder en el 2024. Muchos dirán que eso es una utopía, que eso es imposible, porque lo que se vislumbra es que ambos partidos marchan por camino diferentes. Les diré que eso es cierto, pero como dice el dicho popular, cuando más oscura está la noche, más cerca está el amanecer.
Ambas fuerzas están trabajando por separado para fortalecerse, ojalá ese proceso se realice sin agravios ni confrontaciones que abran heridas luego difícil de cicatrizar, manejando las diferencias, las contradicciones con altura, nivel y consideración.
De mantenerse entre ambas organizaciones un clima de respeto, podríamos llegar el 2024 sin que exista una separación insalvable,
Esto es posible y viable y lo único que lo impediría, sería el predominio de una visión fundamentalista, contraria a una actitud abierta, dinámica y unitaria, sin sectarismo ni petulancia de las cúpulas partidarias.
Los líderes tienen seguidores, pero para ser buenos líderes, deben convertirse en seguidores de sus seguidores, capaces de interpretarlos, para ir siempre un paso delante de ellos.
Y sin temor a equivocarme entiendo que el sentir de la mayoría de seguidores de ambas organizaciones, es el de la unidad y el reencuentro, aún este no se produzca cimentado en las mismas realidades, ya que el pasado es simplemente irrepetible.