El dolor y la tristeza reina en la comunidad rural Río Grande del municipio Los Hidalgos, de la provincia Puerto Plata, luego de que la doctora Marigeny Romano resultara herida de gravedad tras ser atropellada al salir corriendo del área de emergencia de un hospital donde recibió, mientras se encontraba de servicio, el cuerpo sin vida de su hijo Adriel Rodríguez Romano, de ocho años.
Parados en un pasillo del centro de salud donde fue llevado el niño fallecido, el personal médico que labora junto a Romano aún no sale del estado de shock.
«Que una persona trabaje en un centro de salud y que reciba un cadáver y para su sorpresa sea el de su hijo es algo desgarrador», indicó Ayde Rivera, directora del dispensario.
Otras compañeras de trabajo de Romano, quien es especializada en medicina general y capitán de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD), resaltaron las cualidades de la doctora Romano.
“Estamos muy apenadas por lo que está pasando Romano, quien es una mujer alegre, eficiente en su trabajo, responsable y servicial”, contó la enfermera María Peña, quien trabaja en ese hospital junto a la doctora desde hace 10 años.
El niño fallecido había sido sometido a siete procesos quirúrgicos debido a que nació con problemas en sus piernas que le impedían caminar.
«A pesar de su discapacidad él no tenía límites. Ese muchachito se ponía sus botas y se iba conmigo para la finca a ver las vacas», comentó Tomas Romano, su abuelo de parte materna, quien solía cuidar del pequeño cuando su hija estaba de servicio.
El señor Romano destacó la inteligencia y capacidad que tenía su nieto, quien a su corta edad lo enseñaba a utilizar el teléfono celular y otras herramientas tecnológicas.
EL abuelo lamenta que no podrá enseñar a Adriel a conducir, “como me rogaba”.
El niño murió a causa de una herida cortante en uno de sus pies provocada por la porcelana de un lavamanos que le cayó encima cuando resbaló en el baño de su residencia, ubicada en la comunidad Cañada Grande, de Los Hidalgos.
El niño fue llevado en estado agónico al hospital Rafael Cantizano Arias de Los Hidalgos, donde estaba su madre de servicio.
Al ver a su hijo sin vida, la doctora salió corriendo desconcertada hacia la calle que atraviesa el centro de salud, donde fue atropellada por un vehículo.
Marigeny Romano sufrió fractura en una clavícula, húmero y pelvis, por lo que fue trasladada a un centro de salud privado de Santiago. Se espera que en las próximas horas sea sometida a la primera de tres intervenciones quirúrgicas que requiere para recuperar su salud.
«Gracias al señor, a las oraciones y a los médicos que la atienden ella está mejorando mucho», informó su padre.