SANTO DOMINGO.- La vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, por disposición del presidente de la República, Danilo Medina, incrementó los montos del Bono Escolar Estudiando Progreso (BEEP) y duplicó la cantidad de estudiantes que lo recibirán, para impactar en la protección social, la reducción del embarazo en adolescentes y el trabajo infantil en los hijos de las familias participantes del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli).
La también coordinadora del Gabinete de Políticas Sociales (GCPS) dispuso que en lo adelante el BEEP se asigne por seis años para la educación media en vez de cuatro, y el aumento en las asignaciones que irán de los 400 pesos bimestrales en primero de media (antiguo séptimo de primaria), incrementándose por nivel hasta los 1,200 en modalidad general y 1,400 en la técnica. El incentivo llegará a las familias de 251,237 adolescentes y jóvenes, lo que representa un incremento en su matrícula del 106 por ciento, pues en 2018 tenía 121,742 integrantes.
Las innovaciones en esta política pública buscan aumentar la efectividad de las intervenciones del Estado en la reducción de la deserción y rezago escolar, así como incrementar el capital humano y las oportunidades de los jóvenes dominicanos. Desde el año 2013 cuando inició este incentivo, se constató que los estudiantes que lo reciben desertan 3.8 menos que los que no están en el Programa. También que tienen ocho por ciento más probabilidades de culminar la secundaria, y las chicas entre un 25 y 31 por ciento menos probabilidades de salir embarazadas.
Las transferencias monetarias condicionadas que reciben las familias participantes de la iniciativa social les permiten comprar alimentos de la canasta básica a través de la tarjeta Progresando con Solidaridad. Para ingresar a Prosoli, primero las familias son evaluadas y categorizadas según su nivel de pobreza multidimensional por el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben), entidad adscrita al Gabinete Social que coordina la Vicepresidenta.
Para poder recibir las transferencias monetarias BEEP e ILAE, las familias Prosoli deben cumplir las corresponsabilidades como procurar que los hijos del jefe o jefa del hogar estén matriculados en la escuela y garantizar la asistencia a mínimo al 80 por ciento de las clases. El programa hace este monitoreo para asegurar que los chicos y chicas tengan mayor capacitación y oportunidades de progreso que sus padres y se rompa la transmisión de la pobreza de una generación a otra.
Nuevas partidas
Las nuevas asignaciones bimestrales por cada estudiante de media según el grado serán: 400 para primero (anteriormente séptimo de primaria), 500 los que estén en segundo, 600 a los de tercero, 800 del cuarto, 1,000 para quinto y 1,200 el sexto. En tanto que los de la modalidad técnica recibirán 1,400 sin importar el grado. Las familias con niños hasta sexto de primaria continuarán recibiendo el Incentivo a la Asistencia Escolar (ILAE), con transferencias de 300 cada dos meses, cubriendo hasta cuatro miembros.
Desde su creación hasta 2018 por concepto del BEEP las familias Prosoli recibían 500 pesos por cada hijo en los dos primeros niveles del antiguo modelo de bachillerato; 750 por los dos últimos en modalidad general o 1,000 si estaban en un politécnico.
Efectos sobre problemáticas escolares
La medida de la doctora Margarita Cedeño viene a enfrentar la problemática identificada por el Ministerio de Educación, que según sus datos la deserción escolar en primaria, entre 2015-2016, fue del 2.7 por ciento y en secundaria de 4.61. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) explica que la transición de primaria al primer ciclo de secundaria es crítica para miles de estudiantes, y que los que viven en zonas rurales son particularmente afectados por este fenómeno, pues la deserción se agrava a medida que avanzan los grados.