Tesla llamó a revisión unos 9,500 vehículos en Estados Unidos para reparar dos defectos detectados, un problema con una moldura del techo del Model X y otro con tornillos en la suspensión frontal del Model Y.
La llamada a revisión más numerosa es la de 9,136 unidades del Model X, producidos entre septiembre de 2015 y julio de 2016.
Según documentos presentados ante la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA), parte de una moldura situada en el techo de las unidades del Model X, justo detrás del parabrisas, puede que no haya sido pegada de forma apropiada.
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El problema puede causar que «con el tiempo, la adhesión se puede debilitar, lo que causaría la separación del vehículo».
Tesla indicó a la NTHSA que no tiene información de ningún accidente o lesiones causados por el problema, pero reconoce que la pérdida de la moldura puede causar problemas a otros vehículos.
Los vehículos afectados serán inspeccionados por Tesla para determinar si la moldura de cada vehículo cuenta con el pegamento adecuado. En los casos que sea necesario, los concesionarios de la compañía aplicarán una materia adhesiva para solucionar el problema.
El segundo defecto afecta a 401 unidades del Model Y producidos entre agosto y noviembre de este año.
Tesla dijo a la NHTSA que no puede confirmar «que el brazo de control superior» de la suspensión frontal ha sido sujetado de forma apropiada a la mangueta de dirección.
El problema radica en que los tornillos de sujeción del brazo «puede que no hayan sido apretados de acuerdo a las especificaciones» lo que puede provocar que el brazo se separe y afecte a la capacidad de dirigir el vehículo.
Tesla también señaló que no ha recibido información de accidentes o lesiones relacionadas con el defecto.
La empresa inspeccionará los vehículos afectados para determinar si los tornillos están lo suficientemente apretados.