Estamos muy cerca de iniciar el mes de Julio, lo que según la ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos políticos, los plazos para la inscripción de los aspirantes a la candidatura presidencial , lo tenemos al doblar la esquina, el 22 de Agosto para ser más preciso.
Es obligatorio para poder cumplir con los requisitos que establece la ley, que se cumplan con algunos requerimientos, imprescindibles para poder agotar el proceso que valide estás inscripciones. En primer lugar para el Presidente Danilo Medina poder participar de las primarias del 6 de octubre, según algunos juristas, se tendría que modificar la Constitución, para eliminar el transitorio que se lo impide, aunque otros argumentan que él podría inscribirse y que sean las altas cortes que decidan al respeto.
En segundo lugar para los demás precandidatos poder participar en el referido proceso electoral, se tendría que reunir el Comité Político y éste a la vez convocar al Comité Central y que ese organismo con el voto del 33% de sus miembros presentes, apruebe y oficialice quienes vayan a participar en esas primarias del 6 de octubre.
Todo esto tiene que hacerse en algo más de un mes, lo cual en otra circunstancia no sería mucho tiempo, pero en medio de la situación convulsa y de confrontación que vive esa organización, entiendo que el tiempo cada día parece más apremiante. Por el momento no se vislumbra una luz después del túnel, sino tensión, ansiedad y pérdida de esperanza para poner fin a la crisis que sacude al PLD.
Ante este panorama que hace imperativo y obligatorio buscar una salida que permita a esa organización cumplir con los plazos que establece la ley, nos haríamos la pregunta, que hizo el ratón experimentado, ante la propuesta de ponerle un cascabel al gato. ¿ Quién le pone el cascabel el gato?. La respuesta fue el silencio, como lo es en este momento.
Para recrear sobre ésta fabula y relacionarla al momento actual, vamos a explicar su contenido. Todo se desarrolló en una cocina donde vivían varios ratoncitos y también habitaba un gato hermoso, perteneciente a la dueña de la casa. Los ratoncitos no podían ni asomarse y menos intentar tomar alguna migaja de esa cocina, por lo que hicieron una reunión donde se propuso ponerle un cascabel al gato, para que donde quiera que se moviera ellos pudieran ubicarlo.
Hasta ahí todo iba muy bien, los ratoncitos brincaron de alegría ante tan genial propuesta. En ese momento el ratón más viejo pide la palabra y hace la siguiente pregunta.¿ Quién le pone el cascabel al gato?. Un gran silencio, todos callan y nadie responde, porque siempre será más fácil decir las cosas que hacerlas.
Ante la situación que vive el PLD, son muchas las cosas que se dicen, quizás demasiadas, las cuales hasta cierto punto han ido abriendo heridas que quizás sea muy difícil de cicatrizar, aunque de mi parte conservo la esperanza de que con un buen tratamiento y mejor cirujano se logre sanar hasta la más profunda de las heridas.
¿Cuál es la dificultad?, que el PLD se ha quedado sin árbitro, ya que su órgano operativo supremo, que es el Comité Político se niega a ponerle el cascabel al gato. Estoy seguro que decenas o cientos de veces los miembros del Sanedrín morado han debatido informalmente la necesidad de ponerle el cascabel al gato.
Cuando surge esa propuesta de seguro todos se miran a la cara y quizás el más viejo y sabio de todos, preguntará ¿Quien le pone el cascabel el gato?. No hay que ser muy inteligente para saber los resultados. Un gran silencio, porque nadie quiere tomar el cascabel y menos decidir ponérselo al gato.
Por favor sino es el Comité Político, el Comité Central, Reinaldo o el Congreso del Partido, que alguien se decida una vez y por toda A PONERLE EL CASCABEL AL GATO.