Existen las personas tóxicas? Es un mito o una simple expresión? Si son una realidad, cómo la identificamos? Qué medidas debemos tomar si nos encontramos a alguien con estas características? Y cuando no es posible evitarlas?
Todas esas son preguntas que de seguro nos haremos al tocar el tema, por lo que en este artículo trataré de abordar estas interrogantes y dar algunas recomendaciones, las cuales cada quien puede asumirlas o simplemente darle de lado. Aunque no lo crean, no es tan fácil evadir las personas negativas o tóxicas, ya que tienen por lo general un alto nivel de capacidad para la manipulación.
Te consideras una persona positiva? A pesar de las adversidades y caídas naturales que has tenido en la vida, te sobrepones y sigues adelante, sin quejas ni buscar culpables? En cambio te las pasas quejándote, buscando los responsables de lo que entiendes la vida te ha negado? Esa actitud negativa te produce resentimientos y odio hacia otros seres humanos? Si haces un balance de tu accionar diario y sacas la conclusión de que la mayor parte del tiempo lo dedicas a hablar negativamente de otros? Si eres un prisionero de tus pensamientos, predominando siempre lo negativo y las quejas?
De acuerdo como contestes con sinceridad estas preguntas, te situarás entre una persona tóxica o una persona positiva. Claro, que para eso debes tener la suficiente humildad y consciencia para reconocer cuál es tu real actitud ante la vida. Si eres tóxica y lo reconoces, estás en el camino de superar ese estado de ánimo negativo, en cambio si no lo aceptas y te aferras en defensa de esa actitud, sencillamente seguirás por el resto de tu vida siendo un ente negativo.
En la vida cada quien elige lo que quiere ser, es una decisión muy particular y personal, aunque el ambiente y medio muchas veces son determinantes para influenciarte y programarte. Aunque siempre tienes la oportunidad de elegir por donde quieres transitar en la vida.
Si te has formado en un ambiente familiar y de un entorno negativo, puedes tomar la decisión de no seguir ese rumbo y en cambio adoptar una actitud positiva, un estado de ánimo alegre, evitar las quejas y jamás acusar a los demás de tus dificultades y problemas.
El tóxico tiene una característica común para identificarlo, ya que siempre se está quejando, respira odio y resentimientos hacia cualquier persona que entienda es responsable de su incapacidad para obtener determinadas cosas. Siempre que te busca es para algún problema, o para hablarte mal de otra persona, lo cual se convierte en un hábito constante.
Alguien me preguntará la forma de librarse de personas tóxicas cuando están vinculadas a uno por lazos familiares, de amistad y hasta por algún acontecimiento que nos ata a ellas por agradecimiento. Eso es algo un poco difícil, aunque lo importante es comprender la naturaleza negativa de esa persona, lo cual nos permitirá manejarlas sin que sus criterios nos afecten y produzcan efectos que hagan nacer sentimientos negativos.
Mi recomendación es que las personas tóxicas que podamos evitar lo realicemos sin pensarlo dos veces; cortar y poner la raya de Pizarro es lo más saludable, aún en ese momento sintamos cierto remordimiento de conciencia. Si puedes alejarte de ese tipo de seres humanos estarás ganando mucho, ya que nada te aportan, sino todo lo contrario, te transmiten ideas que pueden cambiar tu estado de ánimo y llevarte a generar sentimientos negativos con su secuela de resentimientos, odios, quejas y deslealtades.
Ahora, también hay casos en que no es posible evitar personas tóxicas, por el tipo de vinculación que podamos tener con ellas, son familiares, amigos de muchas años, etc. En ese caso mi humilde recomendación es comprender la situación, saber con quién estamos lidiando, prepararnos para que sus dardos negativos no nos afecten, aceptándolos con esa condición, aunque sin permitir que logre sumarnos a sus pensamientos y actitudes negativas.
Ante esas personas tóxicas que no podamos evitar, la clave es siempre hablar con ellas de manera positiva, cuando lo hagas verás que será ella misma que se alejará de ti, por la simple razón de que no eres un receptor de sus posiciones negativas. Es como tener siempre una sombrilla donde rebotan todas las críticas negativas, quejas y argumentos contrarios a otras personas, si logras hacerlo verás lo bien y confortable que te sentirás, aun teniendo vínculos con seres humanos con ese nivel de dificultad.
Lo importante en la vida es valorar lo que tenemos, jamás quejarnos de lo que tienen otros. Si nos dan un limón, pues hagamos una limonada, disfrutemos el momento, con sus cosas buenas y malas. Y sobre todo, comprender que la vida no se desarrolla en línea recta, sino yendo de la colina al valle, subes y bajas, nunca estarás en las alturas para siempre y tampoco en el suelo. Si comprendemos eso, los pensamientos negativos y tóxicos desaparecerán, en cambio si no lo entendemos, viviremos quejándonos de la vida y jamás seremos felices y tendremos paz y tranquilidad espiritual.
POR LO QUE OJO CON CON LAS PERSONAS TÓXICAS Y NEGATIVAS.