El 18 de febrero del 2018 escribí un artículo titulado; “Campaña sucia en contra de Danilo Medina”, que luego fue integrado al libro ” El Danilismo Afectivo”. En ese artículo establecíamos lo siguiente, cito:
“En las últimas semanas hemos visto con preocupación, a través de las redes sociales, una campaña despiadada en contra de nuestro presidente Danilo Medina. Esta campaña tiene como fundamento una plataforma basada en la manipulación del odio histórico hacia los haitianos y de incentivar el miedo ante una supuesta invasión y fusión de nuestra Isla”.
“Todo indica que hay un deliberado propósito de querer desacreditar nuestro Presidente, usando el tema haitiano como campaña sucia, utilizando a los tradicionales grupos conservadores, que siempre están inclinados, por su naturaleza, a las medidas más extremas y reaccionarias. Esta campaña lo que demuestra es la inconsistencia ideológica, inmadurez política e incapacidad de esos grupos para enfrentar con argumentos los aportes que Danilo Medina viene realizando a favor del pueblo dominicano”.
En los últimos días hemos observado cómo ha comenzado una nueva campaña sucia en contra del primer mandatario, ésta vez tomando como argumentos, pronunciamientos que éste ha realizado, para querer presentarlo como una persona que no tiene dominio de sus emociones y que carece de nivel académico e intelectual.
En realidad cuando no se tienen argumentos sólidos para desmentir los avances que en materia económica hemos tenido, colocándonos entre las economías que más han crecido en el mundo y con un bajo nivel de inflación que no llega al 2%.
Además, nuestra estabilidad macroeconómica y valoración del peso ante monedas extranjeras. Así como la confianza que genera nuestra economía, que hacen atractivos y apetecidos nuestras ofertas de bonos soberanos.
El aumento considerable de los empleos, que ha permitido bajar notablemente los niveles de pobreza. La construcción de cientos de hospitales y escuelas, que han permitido mejorar, tanto la salud como la educación, estando muy cerca de lograr la desaparición total del analfabetismo. Lo del sector agropecuario está a la vista de todos, el desarrollo y avance en la zona rural, que van de la mano con las visitas sorpresas del Presidente.
Ante una realidad tan evidente de progreso y bienestar general del pueblo dominicano, lo normal es que al no tener argumentos se asuma la campaña sucia como estandarte y programa de oposición.
Qué pena que esto esté sucediendo en pleno siglo XX1, de querer fundamentar una campaña electoral en bajezas y pequeñeces, sin sustancia argumentativa ni programática.
Querer utilizar una confusión de frases, en medio de un funeral, donde ha fallecido un gran amigo, que por sentimientos de tristeza, congoja y nostalgia, puede provocar una confusión en las señales que nos manda el cerebro, sencillamente es una indelicadeza y pobreza mental de sus promotores. En cualquier momento de la vida, esto le puede pasar a cualquier ser humano en iguales condiciones.
Es tan evidente los propósitos de esa campaña sucia, que ante un pronunciamiento sincero y auténtico del Presidente, de que algunas cosas se le olvidan y por eso no se resuelven, ya hasta hablan de comienzo de Alzheimer.
En verdad no entiendo hasta dónde quieren llegar con estos disparates, ya que a todos nos pasa y el Presidente es un ser humano de carne y hueso, con sus vicios y virtudes, que puede cometer errores, porque no es perfecto, como no lo es nadie en este mundo.
Simplemente Danilo Medina en esa intervención fue sincero y dijo la verdad, que algunos prefieran una actitud teatral y politiquera es otra cosa, en ese caso dejaría de ser quien es y pasaría a convertirse en el clásico manipulador de las palabras.
Ciertamente si hay culpables en esto son los responsables de las instituciones que andan con el Presidente, sin darle luego seguimiento a sus promesas. A esos funcionarios que muchas veces hacen quedar mal al primer mandatario, es que hay que supervisarlos, por lo que formalmente hago una propuesta, de que se conforme un organismo de supervisión y seguimiento a los funcionarios responsables de los acuerdos a que llega el Presidente en las visitas sorpresas.
Quiero decirles a esos conceptualizadores y exhibicionistas de la teoría académica, que el mundo es perfectamente imperfecto, que cada ser humano tiene sus características propias, unos son elitistas, teóricos, académicos y otros como Danilo Medina, son pragmáticos, de poco hablar y mucho trabajar. Los resultados están a la vista de todos, con su estilo de pueblo y cercano a la gente, nuestro Presidente nos ha colocado en la élite de las economías mundiales.
Ante hechos tan evidentes como los que se viven en la República Dominicana, sería una simple mezquindad querer negarle la condición de estadista a Danilo Medina Sánchez. Es un estadista como Mujica, pragmático y cercano a su pueblo, claro, con sus característica y estilo propio.