Unas 1.200 personas han perdido la vida en Haití desde principios de año víctimas de la violencia de las bandas criminales, según un nuevo recuento de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, cuyo principal responsable, Volker Turk, ha advertido de que la situación en el país caribeño es «insostenible».
La situación ha empeorado desde la semana pasada, cuando más de 4.500 presos se fugaron de la principal cárcel de Puerto Príncipe tras un asalto y el principal líder criminal, Jimmy Chérizier, alias ‘Barbecue’, lanzó un órdago público contra el Gobierno de Ariel Henry.
«Desde principios de año, han sido asesinadas la abrumadora cifra de 1.193 personas, mientras que otras 692 han resultado heridas por la violencia», ha denunciado Turk, en un comunicado en el que ha reclamado el despliegue «urgente» de la misión internacional que está llamada a respaldar a la Policía haitiana.
«La realidad es que, en el actual contexto, no hay otra alternativa realista para proteger las vidas», ha señalado el Alto Comisionado. «Simplemente, nos estamos quedando sin tiempo», ha sentenciado.
La concatenación de crisis ha provocado también graves carencias humanitarias en el país más pobre de las Américas, donde «el sistema sanitario está al borde del colapso». En este sentido, el responsable de la ONU ha lamentado que «los hospitales a menudo no tienen capacidad para tratar a quienes llegan con heridas de bala».
Además, con las escuelas y los negocios cerrados, las bandas «cada vez más» recurren a niños para perpetrar sus acciones criminales, mientras que la cifra de desplazados internos asciende ya a «al menos 313.000». La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) estima que se han movido en sólo en unos días 15.000 personas, en su mayoría haitianos que ya estaban desplazados.