Por Luis Estrella.
En su afán de conquistar la naturaleza la ciencia ha ido destruyendo la ecología de la tierra, alterando el ritmo natural de la vida. Con esto el medio ambiente ha sido duramente golpeado, poniendo en peligro la existencia misma de nuestro planeta.
Como siempre he expresado, hay experiencias convertidas en un relatos, que son varias veces más ilustrativas y educativas con largos y tediosos artículos. Hay muchos tratados sobre la ecología y el medio ambiente, de mi parte sólo les voy a ofrecer un hecho que ocurrió hace muchos años, pero que nos muestra cuales son los resultados cuando queremos alterar la naturaleza.
Asi me lo contaron:
A Federico de Prusia se le ocurrió en una ocasión una idea muy poco usual. Se hallaba en el campo cuando observó algunos gorriones comiendo granos de trigo. Empezó a pensar y llegó a la conclusión de que esos pajarillos se comían un millón de picotazos de trigos al año en su reino. No podía permitirse, por lo que debían ser conquistados o destruidos.
Como era difícil de exterminarlos, prometió un precio por cada gorrión muerto. Todos los prusianos se convirtieron en cazadores y no tardó el campo en quedarse sin gorriones. !Que gran victoria!.
Federico de Prusia se sintió muy contento. Celebró el evento como una gran conquista sobre la naturaleza. El Rey estuvo muy contento hasta que al año siguiente le dijeron que las langostas y las orugas habían devorado las cosechas, porque la ausencia de gorriones había alterado todo el ritmo de la vida. Los gorriones se alimentaban de orugas y langostas, por lo que al no haber gorriones, estos acabaron con las cosechas.
Entonces fue necesario importar gorriones y el Rey dijo » He cometido un error. Dios ya sabe lo que hace».
Hay circunstancias que por más poder que creas tener, jamás podrás conquistar la naturaleza, porque de insistir en hacerlo serás irremediablemente derrotado y acabarás cometiendo errores como Federico de Prusia y luego sólo tener que lamentarte, reconocer el error y pedir disculpas a los demás.
Esto nos dice que debemos respetar la naturaleza, aún pensemos que podemos alterar su ritmo natural.