Santo Domingo, D.N. – La Federación Dominicana de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC) y la Federación Agraria La Altagracia de Montecristi hacen un enérgico llamado a la opinión pública nacional para que no caiga en la trampa de una campaña publicitaria maliciosa y llena de desinformación, fraguada por grupos de traficantes de terrenos estatales en la provincia de Montecristi y sus áreas circundantes.
En medio de esta situación, los voceros de FEDELAC y La Altagracia de Montecristi, Luciano Robles y Crucito M. Toribio, respectivamente, destacan la importancia de no otorgar credibilidad a los mensajes distorsionados propagados por este reducido grupo de individuos. Cuyo principal objetivo es socavar los esfuerzos del Instituto Agrario Dominicano (IAD) por recuperar legalmente los terrenos del Estado que han sido ocupados ilegalmente.
Pronto, la ciudadanía dominicana será informada acerca de los actos ilícitos perpetrados por estos individuos en perjuicio del Estado y de cientos de familias desfavorecidas en la región.
Se revela que varios miembros de esta banda enfrentan procesos judiciales en los tribunales de Montecristi. Sin embargo, su falta de encarcelamiento refleja las falencias del sistema de justicia y de las propias instituciones estatales ante la amenaza de la delincuencia organizada.
Este grupo, que ha operado durante años y bajo diversas administraciones gubernamentales, involucra a líderes de diversos partidos políticos, exfuncionarios de diversas instituciones, legisladores, abogados judiciales y personal del sistema de justicia. La amplitud de sus conexiones sugiere que posiblemente trasciendan otras facetas del crimen.
Esto demuestra la habilidad de la banda para ejecutar sus acciones fraudulentas con impunidad.
FEDELAC y la Federación Agraria La Altagracia hacen un llamado al director general del Instituto
Agrario Dominicano y al Presidente de la República para que no se dejen influenciar por estos delincuentes, cuyo único objetivo es obstaculizar la aplicación de la Ley y la búsqueda de justicia para las víctimas afectadas por sus acciones.
Si es necesario, ambos grupos se comprometen a unirse a los afectados en protestas pacificas.