Por- Luis Estrella
MI OPINIÓN – Por su naturaleza heredada de sus ancestros, los modernos sapiens, disfrutan con exquisita glotonería, cuando aparecen elementos que permiten alimentar su activo morbo. Están al acecho, esperando ese anhelado momento, para demostrar su elevada capacidad e intelecto en materia chismográfica.
Cuando ese momento llega, bailan, brincan, beben, gozan y explotan de éxtasis.
Simplemente porque están en su terreno, la bola está en su cancha y les corresponde jugar con ella, sin importar si ganan o pierden, sólo les importa que ha llegado la oportunidad para dar rienda suelta al morbo. Ese apetito insaciable por las vanalidades de la vida, hace que se olviden de lo más elemental, que juntos se logran metas y separados se alejan de los ellas.
Cualquier coincidencia está dentro del margen de error, ya que eso forma parte de la naturaleza de los homos.
El morbo y su aliado inseparable el chisme, han logrado infiltrarse en cada rincón de nuestro terruño. Si el soberano toma una decisión esencialmente consciente y deja de producir en sus fábricas, alimentos que sigan nutriendo ese desviado sentimiento.
Entonces y sólo entonces, ondearán de nuevo las ideas y sueños de una generación, que se alzará con autoridad, como presagio de buenas nuevas para el futuro.
Que así sea querido terruño del alma.