Por- Luis Estrella
MI OPINIÓN – En la vida al margen de los intereses y diferencias hay cosas que deben considerarse sagradas, intocables y respetadas. Es el caso del COVID19 en estos momentos, ya que es microorganismo que en estos momentos ha logrado cambiar el mundo, poniendo nuestro universo de rodillas, a la defensiva y sin tener todavía en este momento una respuesta que nos permita ver la luz después del túnel.
En realidad no conocemos cual será su evolución en el futuro, lo que si sabemos es que producirá cientos de miles de muertos, que producirá una recesión única en la historia y que como establece la ONU, provocará una hambruna de alcances bíblicos, pronosticando que en un futuro podria ocasionar más de 300 mil muertos diarios por hambre. La economía bajará a números negativos en el mundo, el petróleo ha llegado a que los productores lo regalen por falta de almacenamiento.
En resumidas cuentas saldremos tarde o temprano de esta pandemia , aunque a un alto costo para la humanidad. Por esta simple razón entiendo que es algo sagrado en estas circunstancias, unirnos todos para combatir ese enemigo invisible, sin importar militancia política, religiosa, sexo, raza, estatus social o económico etc. Porque este virus no tiene preferencias, ataca a todos, buenos o malos, jóvenes o viejos, ricos o pobres. Sencillamente es devastador y no discrimina para llevar luto y muerte.
Por este simple situación es que relaciono el covid con el Ponte Vecchio, que es un hermoso puente medieval que atraviesa el Arno en Florencia. En base a ese puente está inspirada toda la obra de Dante, autor de la Divina Comedia, por un momento de amor. Como lo describe Robert Johnson, un amor que todavía sigue vivo y ocurrió cuando Dante vio a una joven llamada Beatriz en el puente en el 1300.
Dante sólo habló con Beatriz algunas veces, pero su imagen generó en él una visión que contenía toda la eternidad. Al poco tiempo Beatriz murió por la peste , lo cual afectó mucho a Dante, pero su obra estuvo inspirada en ella, quien se convirtió en su musa, su ánima, el puente entre su alma y el cielo.
Durante la segunda guerra mundial, 650 años después, los norteamericanos perseguían a los alemanes por la península italiana, cuando estos se batian en retirada. Los alemanes en su paso dinamitaban todo, incluyendo puentes para impedir el avance de los norteamericanos. Cuando llegaron al Ponte Vecchio, los alemanes no querían volarlo, porque ahí se detuvo Beatriz y Dante escribió sobre ella.
Los comandantes alemanes se pusieron en contacto con los americanos y le propusieron que ellos dejarían el puente intacto si ellos se comprometían a no utilizarlo. Estos accedieron, en puente no fue volado y ni un soldado ni carro de combate norteamericano lo atravesó. Ambos bandos respetaron el puente en una guerra moderna sin cuartel, porque Beatriz se había detenido en él y el amor había tocado a Dante.
MORALEJA: Si americanos y alemanes se pusieron de acuerdo en medio de una guerra para no volar un puente por respeto al amor de Dante por Beatriz, como los dominicanos, sin importar banderias políticas, no podemos ponernos de acuerdo por amor a nuestra patria, para enfrentar a un enemigo común: EL COVID-19.