Por- Luis Estrella
La convocatoria con carácter de emergencia por la Vicepresidenta de la Republica, para tratar el nuevo rebrote del Covid19, simplemente viene a confirmar los que todos desde hace tiempo sabíamos, pero que por razones desconocidas, las informaciones reales no estaban fluyendo con la claridad y transparencia requerida.
La inestabilidad en la forma de realizar las pruebas no permite formarse una idea precisa de la realidad del ataque de este virus, ya que si haces un día 10 mil pruebas y al siguiente 4 mil, los resultados serán muy diferentes. No hay constancia en lo de las pruebas, lo que crea mucha confusión. La mayoría de países ha corregido esta distorsión y mantienen un ritmo sistemático de la cantidad de pruebas, que le permite monitorear de manera casi exacta el movimiento en cualquier dirección del Covid.
Por ejemplo ya en nuestro país de un 12% que llegó a situarse la positividad, en los últimos días marca una tendencia de un 30%, lo cual es alarmante y nos sitúa en los mismos parámetros del mayor pico del virus en el mes de julio. Ya comienza la saturación de Hospitales y Clínicas Privadas, lo cual de no detenerse a tiempo puede llegar en el mes de Enero al colapso total.
Las autoridades de Salud Pública no han sido lo suficiente claras en el manejo de la pandemia, permitiendo que por sus informaciones, el Presidente Luis Abinader, estableciera hace unos días en un mensaje a la Nación, que el Covid estaba controlado. Lo cual está alejado de la realidad que estamos viviendo en estos momentos.
Por esta razón es que he venido insistiendo, que el momento actual indica que todos los esfuerzos del Gobierno deben estar dirigidos a lograr la unificación del país, para marchar en una única dirección, enfrentar al enemigo común de todos, el Covid19. Luego que logremos controlar y vencer esta terrible pandemia, habrá tiempo para todo, aunque siempre el fortalecimiento y consolidación de nuestra economía, como garantía para bajar el desempleo y los niveles de pobreza serán prioritarios.
La lucha en contra de este enemigo silente y letal no es una responsabilidad del Gobierno perremeistas, es un compromiso de todos los dominicanos, sin importar su bandería política. Todos debemos unirnos como un solo bloque para aunar esfuerzos en esta batalla, claro siempre y cuando los gobernantes lo entiendan y permitan el aporte que cada quien pueda realizar.
Este no es un momento de exclusión, sectarismo, mezquindad, morbo, odio, separación ni de proselitismo anticipado, es un momento para la unión, la solidaridad, y el amor desinteresado por una Nación que está en graves peligros, tanto en el aspecto sanitario, como en el terreno económico.