El cónsul de la República Dominicana en San Juan, Puerto Rico, César Cedeño, expresó que, aunque el consulado no puede intervenir en la política migratoria de la isla, sí tiene la responsabilidad de garantizar que los ciudadanos dominicanos detenidos sean tratados con dignidad y que se respeten plenamente sus derechos, asegurándose de que no sufran maltratos durante su arresto.
Durante el encuentro, que reunió a líderes comunitarios en la sede consular, se discutieron diversas acciones, siendo una de las más urgentes la orientación a la comunidad sobre el tema de las deportaciones. A través de los medios, se pretende ofrecer información clave sobre el proceso migratorio, especialmente tras la entrada en vigor de la nueva política migratoria del presidente Donald Trump.
Cedeño subrayó la importancia de respetar las leyes ejecutivas, pero también reiteró que el consulado está para proporcionar asistencia a los dominicanos detenidos, incluida representación legal para garantizar que conozcan sus derechos.
«Tenemos una migración complicada, debemos tener mucho cuidado. La situación es difícil porque cualquiera puede tener un familiar pasando por esto. Aunque el presidente Trump prometió estas deportaciones durante su campaña, nunca se pensó que llegaría a este nivel», señaló.
Se prevé que más redadas migratorias se lleven a cabo en Puerto Rico, donde el principal grupo migratorio son los dominicanos y los asuntos migratorios son regidos por Washington. La isla es un Estado Libre Asociado de los Estados Unidos desde 1952.
De acuerdo con las nuevas órdenes de la Administración Trump, el ICE deberá realizarredadas en tres ciudades distintas cada semana, con un objetivo de arrestos de entre 1,200 y 1,500 diarios.
El cónsul también explicó que el gobiernofederal de EE. UU. y el gobierno estatal de Puerto Rico son entidades separadas, y es fundamental comprender el alcance de las acciones del gobierno local en esta situación.