WASHINGTON.- Estados Unidos ha reafirmado este viernes que no reconoce la controvertida toma de posesión de Nicolás Maduro para un segundo periodo como presidente de Venezuela, celebrada el jueves, a quien ha tildado de “dictador”.
“Estados Unidos no reconoce la toma de posesión ilegítima del dictador Nicolás Maduro. Su ‘elección’ en mayo de 2018 fue vista internacionalmente como ni libre ni justa ni creíble”, ha expresado el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, en un comunicado.
En su nota, Bolton argumenta que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, apoya a la Asamblea Nacional de Venezuela, que considera la única institución “debidamente elegida por el pueblo venezolano”.
Por otro lado, Bolton ha advertido que el Ejecutivo de Donald Trump continuará usando “todo el peso del poder económico y diplomático de Estados Unidos para presionar por el restablecimiento de una democracia venezolana que revierta la actual crisis constitucional”.
El Gobierno de Trump ha elevado la presión sobre Caracas con sucesivas sanciones económicas a altos cargos del Ejecutivo de Maduro, incluida la primera dama, Cilia Flores, y a varios ministros, a los que se acusa de represión y abusos a los derechos humanos.
Maduro dice que seguirá ejerciendo sus funciones
Este viernes también Maduro desestimaba las acciones adoptadas por la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) para desalojarlo del poder, y aseguraba que continuará ejerciendo sus funciones al frente de la Presidencia, pese al desconocimiento de buena parte de la comunidad internacional.
“Allá ellos con su show, su juego y su burla, porque se burlan de su propia gente, acá nosotros con nuestro trabajo, tenemos mucho trabajo por hacer (y) yo seguiré cumpliendo mis funciones para las que ustedes me eligieron, con firmeza, con valentía”, dijo Maduro a periodistas en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.
Maduro juró este jueves un nuevo mandato de 6 años que le mantendrá en el cargo al menos hasta 2025, cuya legitimidad cuestionan la oposición y numerosos países por considerar “fraudulentos” los comicios de mayo pasado, que ganó con holgura.
Parlamento pide ayuda de la comunidad internacional
Este viernes el Parlamento, que controla la oposición, organizó una reunión abierta en la que su jefe, Juan Guaidó, pidió ayuda militar, civil y de la comunidad internacional para tomar el mando “usurpado” en Venezuela por Maduro.
“Debe ser el pueblo de Venezuela, las Fuerzas Armadas, la comunidad internacional (lo) que nos lleve a asumir claramente el mandato que no vamos a escurrir, que vamos a ejercer”, dijo el diputado ante un millar de personas que se concentraron en el este de Caracas para denunciar la “ilegitimidad” de Maduro.
Guaidó dijo que la Cámara se apegará a la Constitución venezolana y, en este sentido, asumirá “las competencias de la encargaduría de una Presidencia de la república”, aunque admitió que el mero decreto no será suficiente para sacar del poder a Maduro.
Pero Maduro insistió en que estas acciones constituyen un intento de desestabilizar a su nuevo Gobierno, y que son adelantadas por “el mismo grupo que dirigió las guarimbas”, en referencia a las protestas violentas que sacudieron el país durante 2017, y que se saldaron con más de 100 muertos.
“Mientras nosotros estamos trabajando todo el tiempo, como estamos trabajando, hay mentes locas, mentes improvisadas, mentes inmaduras que están a la cabeza de la oposición, viendo a ver que inventan, desesperados”, añadió.
En ese sentido, señaló que “la mejor vacuna frente a las mentes inmaduras y alocadas es el pueblo movilizado” y el Gobierno “trabajando”, como dijo que ha estado haciendo su nueva Administración desde el jueves.
Venezuela vive una profunda y prolongada crisis económica, con una hiperinflación superior al 1.000.000% anual y escasez de alimentos y medicinas, que ha forzado la salida de 2,5 millones de personas del país hacia EE.UU. y otras naciones.