El Miércoles de Ceniza es una celebración que marca el inicio de la Cuaresma, el tiempo de preparación para la Pascua, que en la tradición católica es el día en que resucitó Jesús. Se celebra siempre en miércoles porque son exactamente 40 días antes del domingo de resurrección, pero la fecha varía cada año porque depende del calendario lunar.
Lo de la ceniza proviene que en la misa de este miércoles se marca a los fieles con una cruz de ceniza en la frente mientras se pronuncia la frase «polvo eres y en polvo te convertirás».
El gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios», según explica la Conferencia Episcopal Española.
Lo que se utiliza para este ritual del Miércoles de Ceniza es lo que queda de quemar los ramos de olivo bendecidos el año anterior en el Domingo de Ramos, otra fecha que recuerda el día en el que, según la Biblia, Jesús entró en Jerusalén aclamado por una multitud.
Originalmente la cruz negra se imponía solo a los penitentes como signo de marginación, pero se convirtió en un símbolo por el que todos los fieles se reconocen como pecadores.
Con el Miércoles de Ceniza empieza la Cuaresma, que dura 40 días, un tiempo que recuerda los 40 años que el pueblo de Israel estuvo en el éxodo antes de llegar a la tierra prometida; también invocan la cantidad de días que Cristo pasó en el desierto antes de empezar su vida pública, dedicado al ayuno y la reflexión.
En este tiempo y como costumbre católica, los fieles se dedican hacer sacrificios y oración.