Las cárceles preventivas que operan en provincias del Cibao están superpobladas, lo que genera motines, pleitos y enfermedades contagiosas entre los reos. El pasado martes, reclusos que guardan prisión en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Santiago se amotinaron, denunciando supuestos malos tratos y en protesta por el estado de hacinamiento en que conviven. Esa celda fue diseñada para un total de 60 preventivos, pero recluyen entre 180 a 200, lo que crea dificultades y confrontaciones entre las personas que se encuentran encerradas en la misma.
Tras producirse el incidente, el procurador de la Corte de Apelación de Santiago, Víctor González, y el fiscal Francisco Núñez, anunciaron el traslado a diferentes cárceles de la región de al menos 100 reos para descongestionar ese reciento.
Similares situaciones se presentan en las cárceles preventivas de Puerto Plata, Mao, Esperanza, Monte Cristi, Moca, La Vega, Villa Vásquez y otras que operan en sedes de la Policía Nacional. Hace meses que en la cárcel preventiva de Mao varios reclusos resultaron afectados con enfermedades de la piel y otras dolencias y, de acuerdo a médicos que los evaluaron, la situación se debe al hacinamiento en que conviven.
En aras de mitigar la situación, las autoridades penitenciarias y de la Policía trasladaron a varios de los reos a diferentes cárceles del Noroeste.
De su lado, la Comisión Dominicana de los Derechos Humanos en la región Norte, deploró las condiciones en que se encuentran muchos recintos carcelarios preventivos y la situación infrahumana de las personas que se encuentran encerradas en ellos.
El presidente de la entidad, Dionisio Jerez, consideró como deplorable las condiciones de las cárceles preventivas del Cibao y planteó mayores acciones para mejorar la situación.
El activista explicó que sin importar el delito que hayan cometido, esas personas que se encuentran privadas de su libertad son seres humanos que merecen que se les trate como tales y que es la justicia que se encargará de aplicar las sanciones que sus casos ameritan.
En lo referente a la llamada carcelita que opera en el Palacio de Justicia de Santiago, Jerez dijo que es una celda que se hizo para albergar a no más de 60 personas en conflictos con la ley hasta que se conozcan las medidas coercitivas en su contra, pero que ha sido tomado como una cárcel donde muchas veces la población llega a los 200 reos y más.
Por: Ricardo Santana
Fuente: Listin Diario