Beber café negro fuerte en las mañanas con el estómago vacío después de una mala noche puede afectar el nivel de azúcar en la sangre, según un reciente estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Bath (Reino Unido).
Los autores del trabajo, publicado en la revista British Journal of Nutrition, analizaron el efecto del sueño interrumpido y el consumo de café en ayunas, y determinaron que a largo plazo el hábito de tomar dicha bebida para ‘despertarse’ puede tener implicaciones para la salud, como diabetes y enfermedades cardíacas.
En el estudio, se sometió a un grupo de voluntarios a tres experimentos. En el primero, tras una noche de sueño normal a los participantes se les dio una bebida azucarada. En el segundo ensayo, durante la noche a los voluntarios se les despertó constantemente y a la mañana siguiente se les dio la misma bebida. En el último experimento, tras una noche de sueño interrumpido los participantes tomaron una taza de café negro fuerte media hora antes de la bebida azucarada.
El consejo de los científicos
Los análisis de sangre realizados después de cada experimento no mostraron cambios en los niveles de glucosa en los dos primeros ensayos. Sin embargo, el consumo de café antes del desayuno incrementó el nivel de azúcar en la sangre en aproximadamente un 50 %.
Tomar café como un remedio para una mala noche de sueño puede resolver ese problema, pero podría crear otro al limitar la capacidad del organismo para tolerar el azúcar. «Nuestro nivel de azúcar en la sangre se ve afectado cuando lo primero con lo que nuestro organismo entra en contacto es el café, especialmente después de una noche de sueño interrumpido.
Podríamos mejorar esto comiendo primero y tras cierto tiempo tomando» esa bebida, aconsejó James Betts, coautor del estudio.