Por- Luis Estrella
El COVID-19 nos dejará múltiples enseñanzas, entre la que está de manera prioritaria la necesidad de un cambio en el estilo de vida. Esto pasará como todo en este mundo, pero les aseguro que nada será igual, la realidad nos llevará a replantearnos un sinnúmero de cosas que hasta el momento jamás lo habíamos contemplado.
La vida ostentosa, el consumismo, el vivir para buscar aprobación darán paso a un estilo más sencillo, simple y tolerante. No podemos precisar el tiempo que ésta pandemia nos siga afectando, aunque podrían ser años, aún ya esté controlada.
Qué pasará con los espectáculos de lujos, los grandes conciertos, los cruceros, resorts, restaurantes, viajes a distintas partes del mundo. Todo cambiará por lo que llegará el momento que usted pueda tener mucho dinero y no saber qué hacer con él.
El mundo tendrá un suspiro, la naturaleza nos hará florecer, menos contaminación, bajará el calentamiento global, la violencia disminuirá y habrá menos odio esparcido en el ambiente. Las familias tendrán la oportunidad de disfrutar de las cosas simples, que la tenemos a la vista, pero el ritmo que nos impone la forma de vida nos impide observarla.
Está variedad nueva de la familia de los coronavirus, el COVID-19, nos ha demostrado que el mayor peligro de la humanidad, como lo definió hace 5 años el visionario Bill Gate, no es la guerra, sino los ataques de esos pequeños ejércitos de virus microscópicos. En esa ocasión Gate nos dijo que el mundo no estaba preparado para ese tipo de ataques, por lo que el sistema de salud universal podría colapsar.
Desde mi punto de vista, todavía hay algo más difícil y será la capacidad que tenemos para cambiar el estilo de vida, recluidos en nuestros hogares. Qué hacer para soportar una convivencia forzada por la circunstancias, como adaptarnos a un aislamiento, cuando jamás habíamos contemplado en lo más mínimo esa posibilidad.
Sobre eso trataré en la próxima entrega.